Prosperidad Abundante.
Ese establecimiento que encierra infinidad de objetos absurdos sin utilidad alguna. Ese lugar cuyo nombre no puede ser más que el producto de una traducción literal de unos cuantos caracteres chinos. Esa tienda a la que no puedo entrar sin una cámara en la mano.
Desde que estuve allí
la primera vez me dí cuenta de que cada visita a iba a ser productiva; uno se puede esperar cualquier cosa de un sitio que ofrece al cliente desde cortinas de baño hasta películas porno.
Hace ya más de un año desde
mi última visita. He vuelto, y he encontrado cosas dignas de compartir. Eso sí, apenas pude sacar fotos a todo lo que vi. Había más dependientes-asiáticos-con-cara-de-pocos-amigos-encargados-de-vigilar-que-nadie-robe-o-en-su-defecto-saque-fotografías-a-sus-singulares-productos que clientes. He aquí lo que pudo captar mi objetivo:
¿Que resulta que necesitas un santo y no sabías donde encontrarlo? Prosperidad Abundante es la respuesta. Tienen un pasillo dedicado única y exclusivamente a figuras religiosas. Allí me encontré con "El santo", también conocido como San Anónimo. A su lado, una monja, también sin nombre.
La Teta-Pelota, una circunferencia rellena de agua dotada de un pezón muy realista, no solo cumple con su función anti estrés...
...Úsela con imaginación.
...y lo que es sin duda el objeto estrella de todos los que he visto en Prosperidad Abundante hasta ahora...
Nada tiene que envidiar a su afamado hermano gemelo Tamagotchi. Animal Imaginado nos ofrece diversión a raudales y nos convence de llevárnoslo a casa en tan solo un instante. No hay más que mirar detenidamente este paquete con frases que pasarán a la historia del packaging: "¡Mira tenemos los hijos", "¡Debo salir el mundo bueno es hermoso" o "¡Estamos amorado"
Con un innovador uso del castellano (y una revolucionaria forma de emplear los signos de admiración), Animal Imaginado capta nuestra atención y nos cautiva.
Además, Animal Imaginado se preocupa por nuestra seguridad y nos advierte de algunas precauciones a tener en cuenta en la parte trasera del envase:
"La electrificación solo se aplica los adultos". No quiero saber a qué se refiere. No quiero.
"No deje las pilas en fuego". Vaya. Era justo lo que pensaba hacer.
Y sí, no pude evitarlo.
Tengo un Animal Imaginado.